Te proponemos un par de soluciones:
- haz una fotografía y pégala en la caja de zapatos, en un lugar visible para que puedas identificarlos de un vistazo
- conserva tus zapatos (sí, los zapatos son arte, así que hay que conservarlos como los cuadros en los museos, no almacenarlos como la leche en la despensa), en cajas transparentes de plástico resistente y con orificios de ventilación (gracias por la propuesta Caddie!), como éstas que te mostramos de Modaycajas.com (también disponibles para botas). Puedes encontrar cajas transparentes en Muji o Ikea.